Estoy tan orgullosa de mis galletitas que no puedo dejar de hablar de ellas. Y es que, como ya te comenté en el artículo anterior, a mí no me gusta cocinar. Y esta es una de las pocas cosas que me verás hacer en la cocina.
Lo mío es escribir, idear maneras diferentes de decir, redactar otras formas de explicar… Ya sabes, lo normal de cualquier redactora y Storyteller. Y, claro, me abstraigo tanto redactando que, en más de una ocasión, mis deliciosas y apetitosas cookies han estado a punto de quemarse. Tendía a olvidarme de ellas al ponerlas al horno. Ahora ya no me pasa. Siempre pongo el temporizador. De todo se aprende, ¿no?
¿Y para cuándo la receta?
1º los ingredientes
Ahí va. Yo siempre le pongo chocolate negro como mínimo del 70% (150 g.), almendras y avellanas crudas (80 g en total), harina integral (230 g.), mantequilla (200 g.), huevos ecológicos (media docena), azúcar de coco (80 g. menos del indicado), levadura (2 cucharaditas) y un poco de cacao puro (2 cucharaditas). ¡Y ya!
Ahora sí, la receta
1º. pico los frutos secos y guardo en un recipiente
2º. trituro el chocolate y lo aparto para después junto con las almendras y las avellanas.
3º. Pongo mantequilla un poco derretida en un recipiente y el azúcar
4º. Mezclo bien y añado 4 huevos
5º. Remuevo vigorosamente y pongo 2 huevos más e incorporo la harina mezclada antes con la levadura y el cacao.
6º. Mezclo todo y añado los frutos secos y las pepitas de chocolate y le doy el último meneo.
Yo, normalmente, esta masa la dejo, tapadita con un trapo, reposando en la nevera todo un día. De este modo las galletas tienen más textura y la pasta está menos líquida.
Facilísimo, ¿verdad?
El secreto de su éxito está: 1º, en la calidad de la materia prima y 2º, en la perfecta simbiosis entre los ingredientes, su correcta combinación, sin grumos y tal. Como habrás podido comprobar siempre pongo mucho mimo y cuidado al hacerlas. Quiero que queden ricas y edulcoradas en su justa medida.
Ya te comenté que soy bastante golosa y con el rollo de eliminar de la dieta los alimentos procesados, en nuestra despensa de dulce ya solo están mis cookies. ¡Así que, si no me salen bien, me muero!
El otro día, decidí tomarme un respiro y dejar por un momento el teclado para ponerme con mis cookies. Y allí mismo, con mi delantal de mujer empoderada y mis manos untosas de mantequilla me di cuenta de que mis galletas y la comunicación de una marca, son muy parecidas.
¿Really?
Pues sí. Déjame que te explique...
Al igual que mis galletas, o cualquier otra receta, necesitan de todos los ingredientes y que estos sean de calidad para estar tan buenas y tener tanto éxito entre los comensales. Lo mismo pasa con la comunicación de tu marca y tu negocio. Para que conecte con tu tribu y/o tus clientes es necesario contar con materia prima de primera, es decir contenidos de calidad, y no ahorrarse ningún componente, apostar e invertir para que dichos contenidos se realicen óptimamente.
Son muchas las marcas que creen que se puede prescindir de la comunicación. En cambio, esta sería para ellas como la levadura para mis cookies. Ya que, gracias a ella, es como consiguen subir y tomar forma.
La comunicación, basada en contenidos prácticos y sinceros, es el elemento que le permitirá a tu negocio destacar entre el resto y mostrar su calidad.
¿No me crees?
P.S. En el próximo texto te contaré la maravilla de regalo que me hicieron para mi cumple. ¡Seré la envidia!
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Moltes gràcies per la recepta tan bona, per una explicació tan amena i per una aplicació a la comunicació tan pedagògica! Si puc, provaré de fer les galetes però lo més segur és que espere a menjar-ne quan vinga a ta casa.
Ah, per cert, el «ósea» que s’ha colat en el paràgraf del «Facilísimo» ha quedat «tope pijo».
Quan vingues en tindré preparades per a tu. I pel que fa a l’ósea, ja saps que soc una xica molt refinada. Claro que sí, guapi! 🙂
Doy fe que las cookies te salen buenas pero la comunicación la bordas !!! Y sino que se lo digan al Lola’s Brunch .
Las cookies nos salen buenas a las dos 🙂 y por lo que respecta a la comunicación, yo solo te di un empujoncito. El arte y la cosntancia la pones tú. Gracias reina